Un espacio de inspiración. De y para personas.
José Luis Parriego: «El mensaje que transmitimos a las personas que trabajan en GSK es que han de ser responsables de su propio desarrollo»

José Luis Parriego: «El mensaje que transmitimos a las personas que trabajan en GSK es que han de ser responsables de su propio desarrollo»

  • enero 30, 2018

José Luis Parriego es HR Business Head de GlaxoSmithKline España, una compañía farmacéutica con un propósito: conseguir que las personas puedan hacer más, sentirse mejor y vivir más tiempo.

GSK es una empresa global de cuidado de la salud que busca alcanzar y desarrollar una amplia gama de productos innovadores en tres áreas principales: farmacéuticos, vacunas y atención médica para el consumidor. Por ser una de las pocas compañías de salud que investiga tanto medicamentos como vacunas para las tres enfermedades prioritarias de la Organización Mundial de la Salud (VIH/Sida, tuberculosis y malaria) se enorgullece de haber desarrollado algunos de los principales medicamentos mundiales en estos campos.

Por vuestra tipología de producto está claro que os preocupáis y ocupáis del bienestar de las personas. Pero esta preocupación va mucho más allá, ¿cómo es vuestra forma de trabajar? ¿qué papel juegan los valores?

Como bien dices, en una empresa farmacéutica como GSK el compromiso con las personas es clave para asegurar la confianza en nuestros medicamentos. Para nosotros es fundamental que el trabajo se realice de una manera íntegra y transparente, teniendo como foco a las personas, que son quienes están al final de toda la cadena. Cuando nos enfrentamos a una situación compleja, debemos tener en mente una escalera de decisión muy concreta y específica para nuestro ámbito. En la base de esa escalera están la calidad de nuestros productos y la seguridad de las personas que trabajamos en GSK. Esas son las dos premisas que deben cumplirse siempre y, a partir de ahí, avanzar asegurando el suministro de los medicamentos a nuestros pacientes, cómo y cuándo ellos los necesitan.

Invertís en la gente para garantizar la sostenibilidad de GSK a largo plazo. ¿Qué prácticas estáis desarrollando en esta línea?

El mensaje que transmitimos a las personas que trabajan en GSK es el de que ellos han de ser los responsables de su propio desarrollo. Les ofrecemos una amplia formación para que puedan profundizar en aquellos aspectos que consideren fundamentales para su desarrollo profesional. Al mismo tiempo, GSK es una empresa en la que la movilidad entre países es una realidad que se fomenta entre los trabajadores; ya sea para participar en programas de voluntariado como PULSE o formando parte de las oportunidades de Job Posting o Secondment (movilidad interna entre diferentes áreas) con otros negocios de GSK.

Desde hace ya varios años, aparecemos entre las 5 mejores empresas para trabajar en España. Mucho de esto viene motivado por la amplia cartera de compensación y beneficios que ofrecemos a las personas que trabajan en GSK:  horarios flexibles para facilitar la conciliación, bono, seguro médico para empleado y familiares, seguro de vida y plan de pensiones, talleres de mindfulness, servicios de nutricionista y menús saludables, comedor gratuito, ayudas para estudios y para tratamientos odontológicos, gimnasio y pistas de pádel y tenis para fomentar la práctica deportiva, y un largo etcétera que favorecen el hecho de que nuestro índice de rotación se mantenga muy bajo año tras año.

Como farmacéutica tenéis muchos certificados, pero nos llama la atención uno en especial: el de profesionalidad para mujeres. ¿En qué consiste? ¿Qué impacto habéis alcanzado? ¿Intención de repetir y explotar a otras dimensiones?

Dentro de nuestras actuaciones para asegurar la igualdad de oportunidades y la adaptación de las personas a las nuevas tecnologías, decimos poner en marcha en febrero de 2017, la I edición del Certificado de Profesionalidad dirigido a la promoción de la capacitación técnica de las mujeres. Nuestro objetivo poniendo en marcha este curso fue doble; por un lado, ofrecer la posibilidad de incorporación al mercado profesional a mujeres que, por cuestiones familiares, hubiesen tenido que abandonar su carrera o posponerla; y por otra, darles a conocer un ámbito con mucho futuro que tradicionalmente estaba desempeñado por hombres.

El impacto en la primera edición fue enorme. Recibimos más de 200 CV’s y finalmente, tras un complejo proceso de selección, entraron 15 mujeres de entre 25 y 50 años, el 80% de ellas con formación en ingeniería. La repercusión en medios también fue muy importante, recibiendo incluso la visita de la Consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta de Castilla y León para felicitarnos por la iniciativa. Ahora mismo estamos trabajando en la puesta en marcha de la segunda edición y viendo la posibilidad de extender este mismo planteamiento a otras áreas de la compañía.

Esta iniciativa se suma a la incorporación de nuevas tecnologías y herramientas de gamificación en vuestros métodos de selección. ¿En qué consisten este tipo de iniciativas? ¿Qué impacto tienen en las personas?

Nuestros modelos de selección han ido innovando con el paso de los años. Hemos pasado por la incorporación de la vídeo entrevista, la creación de una campaña publicitaria para la selección de personas -utilizando mensaje a través de las notas de prensa enviadas- y ahora estamos abordando la selección a través de las RRSS, vídeo-mensajes a través de medios como LinkedIn e incluso valorando la posibilidad de Facebook para determinadas acciones.

Una aplicación real de la gamificación en GSK Aranda se produce durante el proceso de inducción de las nuevas incorporaciones. Ahí ponemos en práctica la parte lúdica del aprendizaje, transformando cientos de hojas de Instrucciones Técnicas, Normativas y Reglamentos, en 12 días de clases prácticas donde las personas aprenden y asimilan las claves de su puesto de una forma interactiva y en un entorno de fábrica simulado y seguro.

GSK sois un gran grupo. ¿Cómo se consigue la alineación de valores e implicación social cuando se habla de un entorno de escala mundial?

Lo más importante en un caso como este es que las personas que lideran los equipos, ya sean directivos, técnicos o líderes de turno sean los primeros que basen su comportamiento en los valores de la empresa. Aunque la comunicación de los valores se haga de manera horizontal, si los líderes no se implican, el mensaje tarda mucho más tiempo en calar. En GSK recibimos periódicamente formación obligatoria en los valores y código de conducta de la compañía. La más reciente se impartió a toda la plantilla por el Comité de Dirección de la planta de Aranda, así como a las personas de ETT y subcontratas que habitualmente acuden a trabajar al centro.

Se trata de crear una cultura que se transmita desde las personas con más antigüedad, hasta a las recién llegadas. Y a la inversa, nuevas formas de trabajo que mejoren y hagan más efectivas las actuales. En este sentido es fundamental la formación en la competencia de comunicación como herramienta de transmisión de valores y formas de trabajo.

También quiero destacar una herramienta corporativa muy potente, el canal teléfonico Speak Up que ayuda a que las personas puedan comunicar, de manera segura y abierta, cualquier situación que atente contra los valores de GSK.

La implicación social de la compañía se refleja en el fuerte compromiso global con la ONG Save the Children y la propuesta del Orange Day: un día libre para acciones de voluntariado que tiene disponible anualmente toda la plantilla. En el caso concreto de Aranda puedo destacar los programas locales de la Escuela de Natación Adaptada para personas con discapacidad o la beca junto a la Universidad de Burgos y la Asociación Síndrome de Down.

Ponéis el foco en las personas, ¿un “ingrediente” imprescindible para el éxito de la empresa?

Siguiendo con el símil de la cocina, diría que, más que el ingrediente, las personas son los cocineros que logran con su trabajo que la empresa tenga éxito. Un buen cocinero, formado en varias técnicas, es capaz de hacer un buen plato aun cuando le puedan faltar ingredientes o alguno de ellos no sea de la mejor calidad.

Por eso hay que darle a nuestro ‘cocinero’ las mejores herramientas para trabajar, intentar que el ambiente sea el idóneo y, sobre todo, conseguir que su formación sea la mejor para que, aun cuando pueda fallar lo anterior, sea capaz de afrontar las dificultades y seguir teniendo un buen resultado.

Por último, un gran plato precisa de pasión. En nuestro caso, la pasión y el compromiso de los equipos hacen de GSK Aranda un centro de referencia para la compañía.

Escribir un comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

Sobre nosotros

People first

People first es un espacio de inspiración donde compartimos contenidos con un eje común: las personas. Desde distintas ópticas y sectores, abordamos distintos temas, tendencias y noticias de interés humano.


People first

Síguenos en

Nuestros últimos tweets

×